Dentro de las actividades educativas y académicas del Colegio Suizo de Madrid, las experiencias que se desarrollan fuera del aula tienen una gran importancia en la formación del alumno. Claro ejemplo son las habituales salidas de la ‘bosquescuela’ o, más recientemente la visita de los niños de 3º y 4º de primaria a la granja escuela “El Palomar” en Chapinería, donde pasaron la tercera semana de septiembre.
Y, para saber de primera mano cómo fue esta experiencia, dejamos que sean sus protagonistas, es decir, los estudiantes (en este caso los alumnos de cuarto) quienes nos lo expliquen:
Eine Woche auf dem Bauernhof
Es begann alles am Montag: Wir fuhren zum Bauernhof. Zuerst gingen wir die Zimmer ansehen und haben die Taschen auf den Betten gelassen. Dann sind wir zu den Hasen gegangen, die waren sehr süss. Die Hasen hatten viele Farben: schwarz, grau, braun und weiss. Später gingen wir essen. Das Essen war sehr lecker. Wir haben jeden Tag Pferde, Hasen, Kühe, Schweine und Vögel gepflegt und gefüttert. Es gab auch süsse Esel und freche Ziegen. Wenn wir wollten, konnten wir auch die Kühe melken. Es gab sogar einen Raben, der sprechen konnte. Er konnte «hola» und «Mama» sagen. Auf dem Bauernhof waren auch Affen, Erdmännchen und Würgeschlangen. Es gab so viele verschiedene Tiere!
An den Nachmittagen haben wir einen Traumfänger gebastelt, waren klettern oder im Wald und haben Eicheln gesammelt. Einmal konnten wir auch Bogen schiessen. Wir haben auch Hirsche gesehen. Nach dem Abendessen machten wir Spiele. Am Donnerstag sind wir auf den Markt gegangen und am Abend gab es Disco. Die Musik war toll! Als wir schlafen gegangen sind, haben wir noch lange gesprochen, wir waren sehr aufgeregt. Am Freitagmorgen sind wir dann früh aufgewacht. Wir mussten die Koffer packen, denn nach dem Mittagessen fuhren wir schon wieder zurück in die Schule.
Martina, Lena y Elisa de 4ºA
Los animales de la granja
En la granja había todo tipo de animales, empezando por los conejos y terminando por las serpientes. Había ciervos y les dimos de comer. Teníamos que caminar un rato por el bosque; también había conejos en la granja, les dimos de comer y los acariciamos. Un día montamos a caballo. Había caballos y ponys, pero solo montamos a caballo. Les dimos pienso a los caballos y se comieron todo, les encanta su pienso. Uno de los ponys se llamaba Trueno. Estaba en una jaula solo. Había cabras y ovejas y, por poco se me olvida, también había vacas y toros. Una de las vacas, Campanilla, tenía un hijo y cuando la ordeñamos, su hijo Paquito también estaba tomando leche. También había un cerdo que se llamaba Curro y caminaba libre por la granja. Era ciego y, cuando lo aplastabas un poquito, empezaba a hacer ruidos extraños. Un día se comió un bocadillo de jamón. ¡Era caníbal!
También había todo tipo de pájaros en la granja, desde periquitos hasta faisanes. Estaban todos en jaulas y, mientras llovía, podíamos entrar en sus jaulas individuales para no mojarnos. Algunos incluso decían “hola”. En la granja había como una mini valla que hacía un cuadrado y allí dentro estaban las tortugas. También había unos animales llamados suricatos y estaban en una jaula en la que no podíamos entrar porque los suricatos muerden. Unos animales muy parecidos a los suricatos eran los hurones. ¡Eran muy monos! Y, hablando de monos: ¡También había monos! Estaban en una jaula muy grande, tanto de altura como de anchura. Y cómo olvidarnos de los jabalíes. Estaban en una jaula en medio del bosque, igual que los ciervos, el primer animal que he mencionado.
Ariadna, Irene y Javier de 4º B